La noticia de que el vaticano declaró ilícita la posibilidad de bendecir las uniones de parejas del mismo sexo al considerar que dichas relaciones “se encuentran al servicio de una unión no ordenada al designio de Dios.” (Morandi, 2021:1), es importante para todas aquellas personas que trabajamos en el contexto clínico ya que tiene implicaciones directas para el acompañamiento espiritual que reciben nuestros pacientes tanto católicos romanos como de otras tradiciones religiosas.

Aunque el objetivo de este escrito es invitarnos a una reflexión acerca de cómo acompañar a parejas del mismo sexo y a parejas que se identifican como miembros de la comunidad LGBTIQ+ que desean contraer matrimonio o recibir una bendición para su vida de pareja, también es útil para acompañar a parejas heterosexuales – que, aunque tienen una relación establenunca se casaron por el rito católico romano.  

Desde la perspectiva del cuidado espiritual de calidad en clínica es claro que el cuidado espiritual debe ser respetuoso de “diferentes expresiones de diversidad espiritual, religiosa y cultural y de identidad de genero del paciente y sus cuidadores” (ALCP, 2020: 19). Si una persona bajo nuestro cuidado expresa su deseo de tener una ceremonia o ritual religioso para celebrar o bendecir su vida de pareja, es nuestra responsabilidad como profesionales de la salud identificar alternativas para responder a este deseo sin importar la orientación sexual de la pareja.  

Si en nuestra institución solo hay representación de la iglesia católica romana y teniendo en cuenta que un líder religioso de esa comunidad muy seguramenteno va a poder responder a esa necesidad espiritual, es responsabilidad de nuestra institución y del equipo de cuidados paliativos brindar el debido acompañamiento que permita buscar alternativas.  Si la persona en el equipo responsable de acompañar al paciente en la búsqueda de opciones siente que el hacerlo va en contra de sus convicciones religiosas, no está en la obligación de hacerlo, pero debe identificar a alguien que sí pueda. El paciente y su pareja siempre deben recibir acompañamiento en esta búsqueda.  

Aunque es necesario reconocer y respetar las necesidades y creencias de la comunidad católica romana, es igualmente importante reconocer y respetar las necesidades y creencias de otras comunidades religiosas que existen en nuestro entorno, aunque sean minoritarias. En Latinoamérica hay muchas entidades religiosas que se ubican dentro del catolicismo independiente y del cristianismo protestante/evangélico, además de comunidades musulmanas y judíos que consideran que todas las parejas tienen los mismos derechos ante Dios y, por lo tanto, sus rituales y bendiciones de matrimonio incluyen a parejas del mismo sexo (Córdova Quero, 2018).  

Como profesionales de la salud trabajando en equipos de cuidados paliativos debemos asegurarnos de que todas las personas que estén bajo nuestro cuidado sigan recibiendo el mejor acompañamiento espiritual de acuerdo con sus necesidades, creencias y valores, aunque sean diferentes a los nuestros.  Para tener en cuenta:  

Como profesionales de la salud es importante identificar y usar lenguaje y símbolos inclusivos que le den a la persona la confianza de hablar de sus necesidades, sabiendo que su orientación sexual no va a influir en la calidad del cuidado espiritual que reciben.  

Muchos profesionales de cuidado espiritual clínico pertenecen a comunidades incluyentes y afirmativas de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y están en capacidad de proveer este tipo de rituales. 

Si en nuestro contexto profesional no hay un ministro, pastora o líder religioso dispuesto a celebrar este tipo de ritual, es importante identificar en nuestra área geográfica a comunidades y lideres religiosos de comunidades inclusivas que lo puedan hacer.    

Jorge Espinel. M.Div.  BCC.  Profesional de Cuidado Espiritual.  

Referencias.