¡El bienestar puede cultivarse!  El Neurocientífico Richard J. Davidson ha dedicado parte de su vida al estudio del bienestar, la bondad y la compasión y su relación con las estructuras del cerebro.

Adaptado del artículo:  Richard J. Davidson: “El bienestar puede cultivarse”, la tercera ola.


De acuerdo a la neurociencia el cerebro es plástico y con prácticas como la meditación lo podemos entrenar para ser más bondadosos y compasivos, estados mentales que están directamente asociados con nuestra percepción de bienestar.

La neuroplasticidad nos invita a adaptar posturas más intencionales para permitir dar forma a nuestro cerebro de maneras que sean más beneficiosas.

¿Por qué se ha popularizado la meditación en los últimos años?   En parte por el aumento de evidencia científica que muestra su eficacia para mejorar la atención, en modular nuestras emociones, en regularlas mejor, y en ciertos indicadores de salud, particularmente en reducción de estrés y de procesos inflamatorios.

Los niños pueden aprender simples prácticas de mindfulness, así como simples prácticas de bondad de una manera que cambia el comportamiento y promueve bienestar. También creemos que, particularmente a la luz de pruebas neurocientíficas que sugieren que hay períodos sensibles en el desarrollo del niño donde el cerebro es especialmente plástico, es muy importante investigar y refinar las estrategias con niños.

La ciencia indica que realmente es posible cambiar la mente y el cerebro de alguien, si esa persona lo desea, de una manera que es más permanente.